Esta era mi exposición oral, es un tema del que llevo
queriendo hablar durante mucho tiempo y ya que desafortunadamente, no voy a
poder mostrarlo en clase delante de mis compañeros, lo expongo aquí con la
esperanza de que alguien se tome la molestia de leerlo y consiga sacar algo
bueno de ello.
Pretendo centrarme en las equivocaciones, en los errores que
cometemos, por lo que quiero empezar diciendo que equivocarse es hacer algo
debido a un descuido a un desconocimiento. Y yo quiero remarcar esto último,
cuando tu desconoces algo, es fácil que te equivoques, todos somos humanos, y
todos tenemos derecho a hacerlo, pero la forma de equivocarte por primera vez
no es la misma que cuando te equivocas la segunda y la tercera vez, en la misma
cosa o en el mismo asunto. Lo primero que considero importante nombrar, es que
todo surge de probar algo nuevo, pero para saber, debes probar antes. Pensad en
cuando éramos niños pequeños, una de las cosas que más deseas hacer cuando tienes
esa edad, es aprender a montar en bicicleta, pero tú no eres consciente de si
te vas a caer, o de si a la primera vas a conducirla
perfectamente. Entonces, decides subirte, y resulta que caes, pero es algo
normal y algunos no se asustan tanto como otros, en este caso, nos hemos podido
equivocar, pero entonces a partir de eso, eres tú quien decides si seguir
insistiendo hasta que aprendas aunque cometas el mismo error varias veces, y
acabes en el suelo de nuevo. O imaginad un jardinero, es su primer día y debe
cortar las rosas de un jardín, va decidido a arrancarlas con las manos y en el
momento que hace esto, las espinas de la primera rosa que ha cogido se le
clavan en la mano y esta empieza a sangrar. Esto es una equivocación, en ese
momento desconocía que podía pincharse y herirse haciendo lo que ha hecho, pero
a partir de lo ocurrido, en su mano está repetirlo o no, volverse a arañar o
no, porque él es el que se pondrá un guante o usará unas tijeras para cortar
esas flores que le hicieron daño antes, si no desea que vuelva a suceder lo
mismo.
Lo que quiero decir, es que nosotros no elegimos equivocarnos
una vez, no elegimos tropezarnos con una piedra mientras vamos paseando por un
camino, pero si está en nuestra mano, y sí es una opción, volver a caer por
segunda vez por culpa de esa misma piedra, aún sabiendo donde estaba. Unos
toman la última opción y otros deciden esquivarla e irse a un lado. Hay quienes
en un momento ya saben y dan por supuesto que en el instante en el que se les
proponga otra oportunidad sobre algo en lo que ya hallan fallado antes,
volverán a cometer el mismo error, y yo sinceramente, digo que en algún caso
también lo he pensado, pero eso ya es decisión mía, es algo que tomo por mi
cuenta, a partir de ahí no puedo culpar a nada ni a nadie, si ya sé lo que me
puede deparar o esperar porque es algo por lo que he pasado anteriormente,
conozco las consecuencias, los resultados y entonces a partir de ahí, yo ya no
lo considero una equivocación, sino algo bastante distinto, que se llama opción.
Todos y cada uno de nosotros, tenemos un puzle personal, y
como todos ya sabéis este está formado por piezas, bastantes normalmente, y yo
quiero hacer referencia a que cada una de esas piezas, cada trozo, es una parte
de nuestra vida, que nosotros tenemos que ir uniendo poco a poco, ir escogiendo
la correcta en cada momento, pero no por eso quiero decir que no nos
equivoquemos al montarlo, pues estoy segura de que todo el mundo, sin
excepciones, siempre que ha intentado hacer un puzle ha escogido el fragmento
erróneo, el que no encajaba y lo ha vuelto a dejar, claro que ya corre por su
cuenta el volver a coger el mismo trozo e intentarlo colocar nuevamente en el
mismo lugar, el cual ya sabía que no era el que le correspondía.
Con esto queda terminada una lección por así decirlo para
aquellos que nunca se habían planteado nada relacionado con todo mi escrito o
para aquellos que si lo hayan hecho pero que nunca hayan encontrado una
solución convincente. Pero para acabar, me gustaría dejar este vídeo, que se
basa en una reflexión sobre el aprendizaje de nuestra vida, bastante
generalmente y que no va quizás muy concorde con mi dilema, pero que aún así se
basa en todo lo que nos queda por aprender, en todo lo que nos tienen que
enseñar y lo que tendremos que enseñar nosotros en un futuro, una lección, una
enseñanza, cosa que he pretendido dar en cada una de mis entradas, desde la
primera hasta la última.