Hoy me gustaría hablar de eso, de
esas cosas que en una parte de nuestra vida son todo lo que necesitamos, lo
único que requerimos, y las cuales, pueden dar un giro de trescientos sesenta
grados y convertirse en algo insignificante, no invisible del todo, pero sí de
menor aprecio para nosotros.
Todos hemos sido pequeños, hemos
jugado y reído, y yo por lo menos he tenido mis juguetes, algunos mejores que
otros, de mayor o menor importancia, pero ahí han estado. Recuerdo que a mis
tres años de edad me regalaron un osito de peluche, no me separaba de él, le
hablaba, lo abrazaba, él lo era todo para mí. Pero pasa el tiempo, y vas
dejando cosas atrás, no voy a mentir, lo sigo teniendo, pero ya no es lo mismo,
ya no necesito su compañía, tal y como la ansiaba antes. Los niños quizás no se
desenganchaban de su coche preferido, al igual que las niñas de esa muñeca que
bañaban y vestían día a día, pero conforme iban cumpliendo años, iban
sustituyendo esos trastos, por otros nuevos, diferentes cada vez, y dándole a
ese suplente la importancia del anterior. Esto sucede porque más tarde te
encaprichas de otras cosas, las cuales a veces valoras más o menos, e incluso
no solo de cosas, sino de personas, llegas a querer a alguien hasta tal punto
que consideras que es lo único imprescindible en tu vida, y eso lo haces,
porque en ese momento es lo que sientes, es lo que anhelas y con quien deseas
estar, pero no puedes saber lo que eso durará. Conforme crecemos, apreciamos
algo diferente a lo que valoraríamos si tuviésemos otra edad, quizás a la edad
adulta, lo que más quieres es esa casa, tan perfecta, con piscina, con jardín y
un trabajo cualificado, buen sueldo, lo típico que supuestamente te hace feliz,
y entonces, estamos en la época en la que lo que soñábamos se cumple, tenemos
todo lo que tanto tiempo hemos estado pidiendo y por fin nos sentimos
satisfechos de haberlo conseguido. Pero a lo que quiero llegar yo, es a que si
eso a lo que consideramos absoluto, puede dejar de serlo y difuminarse así como
si nada. Que si ese preciado muñeco puede guardarse al fondo de un baúl y ser
olvidado para siempre, o que si esa persona tan amada puede desaparecer y no
volver nunca, o que si ese todo, esa vivienda tan extraordinaria, puede
destruirse sin causarte ningún daño. Yo opino que lo que te marcó una vez,
quedará grabado dentro de ti por el paso de los años. También es cierto, que lo
que te hizo feliz lo recuerdas, algunos guardan ese recuerdo en un cajón el
cual abren todas las noches antes de ir a dormir y otros se conforman con
esconderlo profundamente, donde nadie lo encuentre, en su propio corazón. Que lo
que fue todo ocupe el lugar de la nada, depende de muchas cosas, unas personas
tienen la facilidad de olvidar, o de sustituir a unas personas por otras, unos
objetos por unos diferentes, o ciertos lugares a cambio de otros más
especiales, sin embargo hay quiénes no pueden, para los que les es verdaderamente
complicado pasar página, porque no tienen la intención de abandonar aquello que
en su día les hizo feliz, o que simplemente no quieren, no pretenden que se
esfumen esas memorias, que quieran o no han formado parte de su vida, y han
ocupado un lugar en ella.
Para terminar dejo un poema del
famoso José Hierro, unos versos que pueden confundir a quienes los lean, por
darle uno u otro significado, yo por ejemplo lo expongo aquí, porque me gusta,
hace un juego de palabras, que para mí quieren decir que en un instante de nuestra
vida, nos podemos parar a pensar, y dar una consideración distinta a esas cosas
que quizás dos días atrás tenían un aprecio absolutamente contrario.
“Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario