No somos conscientes de lo que significa tener una buena
memoria, acordarse de las cosas, de datos, de recuerdos, de recados, de lo que
sea, y cuando no se tiene es posible que se ocasionen considerables
consecuencias, algunas más leves u otras hasta irreversibles.
Imaginad a una pareja,
están acostumbrados a que cada día le toque a uno de los dos ir a por sus hijos
al colegio, pero por casualidad, un día, uno de los dos no puede y le pide al
otro que se encargue, que vaya en su lugar, y resulta que el que tiene que
hacer ese favor, lo olvida, se le va de la cabeza, ¿cuál es el resultado?, que
sus hijos se tengan que quedar solos, donde estén, esperando y esperando hasta
que uno o ambos padres recuerde ir a por ellos y llevarlos de nuevo a casa. Y
si no, pensad también en que un trabajador tiene una cita con una ejecutiva
importante y tienen que tratar muchos temas, hablar sobre distintos negocios,
en conclusión, es una reunión de la que dependerá su futuro, pero se descuida,
y cuando se acuerda de la citación, ya han pasado dos horas, es tarde y corre
el riesgo de haber perdido una de las grandes oportunidades que se le pueden
presentar a la vida. Aunque lo que más sucede, volviendo al primer ejemplo,
porque tiene relación con los hijos, con los niños y con los adolescentes, es
que muchos padres por cuestiones de trabajo, o de otro negocio u ocupación,
olvidan fechas importantes para sus hijos, el último partido de fútbol de la
temporada, que marcará el avance del equipo del hijo mayor, o la actuación de
ballet de la niña pequeña, que se sentiría más segura y tranquila si viera cómo
sus padres están frente a ella animándola y apoyándola en todo lo que pueden.
Pero no sólo olvidar es malo cuando tienes despistes u olvidos de cualquier
tipo, también lo es porque olvidar, dejar atrás algo que en un pasado fue
importante o que incluso lo sigue siendo actualmente, no te solucionará la
vida, ¿por qué no dejarlo estar? En mi opinión, pocos son los que olvidan
completamente y encima creo que en la mayoría de estos casos interviene algún tipo
de enfermedad que hace reducir la memoria, porque las personas cuanto más
intentan olvidar, más tienen presente aquello que quieren borrar por lo que
resulta prácticamente imposible. Aparte muchos se creen que es algo que pueden
elegir, como el pito pito golgorito, pero no es así, puedes tener la intención
de dejar en el pasado algo, pero eso no te garantiza que lo vayas a conseguir,
pues no es tarea fácil. Unos quieren olvidar desde una mala situación, un
momento comprometido, hasta a su gran amor o gran amigo. Por eso lo que yo digo
es, que por un lado cuidemos nuestros recuerdos, que no los borremos, que
evitemos los descuidos y que ignoremos esos malos momentos que pasaron alguna
vez, pero que no merecen ser recordados, así que ¿para qué vamos a darles esa
importancia de tenerlos presentes? Olvidar, un verbo, siete letras, que no entraría en mi vocabulario, porque no lo veo ni útil, ni de mayor importancia, simplemente es una palabra que muchos usan en instantes extremos, en puntualizadas circunstancias, pero que pocos son capaces de llevar a cabo.
Os dejo este vídeo, trata sobre una historia entre un chico y una chica, habla sobre los recuerdos, sobre lo que no puede olvidar, o cómo yo lo entiendo, sobre lo que no quiere olvidar.
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