lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Moverías la palanca?

Hoy he decidido replantearme uno de los dilemas vistos en clase, quiero dar verdaderamente mi opinión y defenderla como mejor sepa hacerlo. Éste desarrolla una situación en la que tú te hallas en un determinado lugar, frente a una palanca, la cuál si la mueves, provocará que el tren que se aproxima por un lado de la vía, cambie su curso hacia otra dirección, hacia otro camino diferente, que puede que estuviera cerrado desde hacía tiempo. El problema está que por el sendero en el que se dirige el ferrocarril, se encuentran cuatro personas, y sin embargo en el otro, al que tan sólo se desviará si empujas la palanca, simplemente hay una.
 Ahora, es el turno de contestar a la pregunta principal. Lo primero que digo es que no, que no la movería, muchas personas me dirán que en una vía hay más gente que en la otra, pero yo digo ¿qué está en juego?, la vida de una persona, independientemente del número que sean, de quiénes o de cómo, tú sólo sabes que en tu mano está salvar a cuatro y matar solamente a una, claro que hay que fijarse en las circunstancias. El tren estaba destinado de por sí a ir hacia las cuatro vidas que tiene delante, y aunque lamentándolo mucho, tengo que decir que en ese momento les había tocado, la suerte no estaba de su parte, pero me pregunto ¿por qué tiene que cargar con la culpa una persona, que simplemente, tal vez, estaba paseando por un lugar, segura de que no había ningún peligro, ya que el ferrocarril no pasaría por allí? Hablo sin dar preferencia a nadie, sin conocer a ninguno de los individuos que están en un riesgo abismal, porque me parece que mi respuesta es justa y honesta pues pienso: ¿hay alguien lo suficientemente importante para decidir sobre el valor de una vida humana? No, no lo hay, cada uno tendrá sus prioridades, pero, ni yo ni nadie es lo bastante prestigioso, para saber el precio de nadie. Lo verdaderamente improcedente desde mi punto de vista, sería librar la vida de ciertas personas, pagándolo con otra, sin que ésta última sea consciente de nada, por el mero hecho de ser una y no dos. ¿Acaso no merece vivir?, repito, puede que las otras cuatro, tampoco tengan culpa y sean dignas de su vida, pero, ¿qué pasa, la que se encuentra sola no tiene el mismo derecho o incluso más que las otras? Pues yo creo que sí, el destino nos sorprende día a día, y hay que saber aceptar las consecuencias y no intentar cambiarlo, si esto significa que otra persona arrastrará los problemas y dificultades que a ti y a nadie más le han tocado.

"Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre." Antonio Machado (1875-1939), poeta y prosista español.

domingo, 18 de diciembre de 2011

¿Por qué nos escondemos para hacer el amor cuando la violencia se practica a plena luz del día?

Puede que mucha gente no le busque una explicación, pero para mi es un misterio que me gustaría resolver o encontrarle simplemente algún sentido.
Hacer el amor es una de las cosas más hermosas de la vida; un acto que no causa daños, que si lo haces es porque de verdad quieres, porque significa una unión, en la que te das cuenta de que puedes vivir sin la persona con la que lo realizas, pero que no quieres vivir sino es con ella; y algo que para unos importa lo mínimo, mientras que para otros simboliza demasiado. Bueno, después de lo escrito podéis observar que no tiene nada de malo, muchos disfrutan de ello y es vital, es más a partir de él nace otro ser, quién más adelante podrá originar otro semejante, pero a lo que quiero llegar, es que aún sabiendo ésto, nos escondemos, en una habitación encerrados, en un coche, en el campo a lo lejos, en un parque desierto, ¿por qué? Porque lo consideramos como algo íntimo, que no nos gusta compartir con los demás o porque sencillamente eso lo hace más especial. Y yo, estoy de acuerdo con ello, pero la violencia, maltratar a alguien, atracar un lugar o a una persona, darle una paliza a alguien sin consideración alguna,  ¿es mucho más bonito como para practicarlo donde y cuando sea? Está más que comprobado que cada día aumenta el número de personas que pasan a una tienda, destrozan todo, roban, y apuntan con una pistola a quien allí haya si no llegan a algo peor claro, la cantidad de seres, pues es lo que son, que tienen la suficiente voluntad para acercarse a alguien indefenso e inocente por la calle y darle una paliza que recordará toda su vida, no les importa si son las doce de la noche o las cuatro de la tarde, eso para ellos no es problema alguno. Y también, hay quienes maltratan hasta a su propia pareja, a su hijo de tres años de edad, siendo de noche, de día, eso da igual, y lo que me da rabia es que  prácticamente a ninguno se le caiga la cara de vergüenza.
Ahora os digo que os replanteéis mi cuestión, ¿no os parece raro? Tenernos que esconder para hacer el amor, cuando ocultándote o no, nada dañino va a pasar, y que exista en este mundo personas que ejerzan la violencia a plena luz del día sin ser consecuente de ello. Porque repito, estoy absolutamente a favor de que cada uno haga el amor donde quiera siempre y cuando no moleste a nadie, pero llego a la conclusión de que la violencia es mucho más grave, pero sin embargo, se hace sin miramiento por nadie.

-Esta pregunta la he sacado de este texto cuyo autor es el famoso John Lennon, que merece la pena leer, dice verdad tras verdad, y la última es una de las más interesantes. 


"Nos hicieron creer que el "gran amor", llega una sola vez, generalmente antes de los 30 años. No nos explicaron que el amor no" llega ", sino que se genera solo, cuando menos te lo esperas. Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, crecemos mejor, nos hacemos mejores. Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos explicaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en la espalda la responsabilidad de completar lo que nos falta. Nos hicieron creer en una fórmula llamada: "Dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, y que era eso lo que funcionaba. No nos explicaron que eso tiene nombre: Anulación. Y que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable. Nos hicieron creer que la boda es obligatoria, sin importar que se desconozcan aspectos fundamentales para que este funcione. No nos dijeron que las normas de nuestra sociedad son contrarias a la naturaleza. Nos hicieron creer que los guapos y delgados son más queridos. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y que los que escapan de ella están condenados a la marginación.
No nos explicaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas. Ah, tampoco nos dijeron que alguien nos iba a decir todo esto... Porque vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor... aunque la violencia, se practica a plena luz del día".
John Lennon

martes, 13 de diciembre de 2011

¿Quién te dice que no puedes?

Día a día, se puede vislumbrar a personas que echan todo por los suelos, que se dan por vencidas aún sin haberlo intentado y que siempre tienen en la boca la frase: no puedo. Poder, es la capacidad de realizar algo, desde una acción cualquiera hasta el más singular objeto. Quiero enseñaros cómo la autoestima de alguien baja en el momento en que pronuncia las palabras anteriormente dichas.
Un niño, se halla en clase de educación física, en el colegio, ha llegado la hora en la que él al igual que todos sus compañeros deberá saltar el potro, que tanto le intimida. Todos lo consiguen sin dificultad alguna y es su turno, empieza a sentirse sudoroso y a rebosar verguenza, ya que teme no hacerlo correctamente. El resto le observa y se oyen varios murmullos, que le hacen decidirse por gritar: ¡No puedo!, y seguidamente salir corriendo. Esta reacción se podría considerar cobarde, pues ¿cómo puede saber si puede o no, sin haberlo probado antes? Es más, este hecho le provocará tristeza y desilusión, mientras que de haber realizado lo contrario, sentiría orgullo por haberlo logrado o la mera satisfacción de haber superado su gran temor aunque no con grandes resultados.
Y también, eso de echar todo por los suelos en la propia vida cotidiana. Una madre quiere prepararle a su hija adolescente la mejor fiesta de cumpleaños, de modo que aprovechando que ésta última ha salido, comienza a cocinar, decorar, llamar a los invitados y a envolver los regalos entre otras muchas cosas. Llega un punto en el que el papel de envolver se gasta, la comida no sale a su gusto, y éstos junto con algunos contratiempos más la hacen decirse a sí misma: ¡No puedes más, no puedes seguir, déjalo! Estos vocablos merodean por su mente e intentan que tire todo lo creado por la borda, claro que ella es lo suficientemente responsable y razonable para saber que si se detiene ahora, lo que vendrá después no será lo que esperaba y por tanto, los objetivos en los que tanto empeño había puesto no se cumplirán. Así que, ¿por qué no cambiar esa mentalidad y hacer un últimos esfuerzo?
Y concluyendo, otra de las más grandes situaciones, entre chicho y chica, ya sean adolescentes o adultos, pues la edad no influye, ¿cuántas personas no han sido capaces de decirle a otra su sentimiento más profundo por el obstáculo; no puedo? Incontables, es la pura realidad, yo no me invento nada. Una fiesta, es el instante ideal para que él se aproxime a ella, a la que quiere desde hace tanto tiempo y se lo diga de corazón. Les distancian tres pasos escasos, éste está apunto de rozar su hombro para que ella se gire y al fin confesarle todo, pero... retrocede, dice que no, que no puede, que de nada servirá. Esta actitud es exactamente la que le perjudicará en gran medida, ¿quién le dice que no será correspondido?, o por lo menos, ¿no habrá valido la pena intentarlo?
Pretendo que quien lea ésto sepa que no existe ese alguien que te asegure que no eres suficiente, de que no te bastas para alcanzar aquello que quieres, pues eres tú y tu mente la que te incita a tomar una decisión y yo tengo la intención de animarte a elegir la correcta, que será aquella en la que luches de verdad, sin miedo, sin que nada ni nadie se interponga entre tú y la meta fijada, y en la que respetes que las consecuencias no siempre son exactas a las que deseas, pero en la que ésto no te quite el valor de que has osado durante el camino.



miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Estamos atados al pasado?

Sí, ésta es mi pregunta, ¿existe un enlace tan fuerte entre nosotros y nuestro pasado? Todos, sin excepción alguna miramos hacia atrás, comparamos si el ahora es mejor, peor o igual que el antes. Pero sucesivamente, cogemos el concepto de que si no sucedió como pretendíamos,¿por qué ahora va a salir a nuestro gusto?, o la idea de que antes todo era fantástico pero que ahora no será posible.
El hecho de que no se te diera bien el fútbol cuando tenías cinco años, no significa que actualmente no te puedas convertir en un gran jugador. El suceso de que no te tocara la lotería cuando eras joven, no quiere decir que mañana no ganes diez millones de euros. O esa situación tan soberbia que disfrutaste junto a la persona amada, que desgraciadamente ya no se halla a tu lado, esta alusión te lleva a creer que ahí se acaba el mundo, pero no es cierto, tienes que vivir, descubrir todo lo que te queda y ¿por qué no? enamorarte de nuevo. Otro como que el sucedido de que tus notas fueran excelentes, que todos tus planes salieran sobre ruedas en un ayer y que hoy día no transcurra así, representa que no estás en racha ,como suelen decir, pero no denota que no vuelva a ocurrir. Sin más miramientos, tú, yo, cualquiera que quiso superarse, lograr algo, conquistar un corazón, crecer como persona y no obtuvo buenos frutos, no se debe hundir en ello y tiene que intentarlo día a día, pues como suelen decir: quien lo sigue, lo consigue.
Uno de mis objetivos es señalaros que rendirse no os conduce a ningún lado, pero que si de verdad pretendéis alcanzar un propósito, luchéis con todo el empeño posible.
No puedo negar que existirá ese lazo entre nuestro hoy y nuestro ayer, pero decir que somos nosotros los que decidimos si nos compensa encadenarnos al pasado o si por el contrario nos beneficia aprender de él y utilizar eso para mejorar y progresar gracias a su ayuda.

lunes, 28 de noviembre de 2011

¿Los cambios nos pueden transformar totalmente?

Las personas cambian, evolucionan tanto a bien como a mal, algunas se hacen más altas otras permanecen igual, a si mismo a unos les crece el pelo, sin embargo hay quién se lo corta, pero ¿y en cuánto a lo no físico?, muchos cambian o lo intentan pero no todos lo logran completamente por no decir ninguno.
Hoy en día ya nada es lo que era, vas por la calle y ves a niñas de no más de once años con tacones por la noche cuando ni siquiera deberían estar por ahí a esas horas o a gente fumando incluso antes de esa edad que no tendrían que haber cogido un cigarrillo en su vida. ¿Qué hacen? Están transformándose en gente que en realidad no les conviene o simplemente tienen prisa por ser mayores, cada cosa a su tiempo, ya les llegará el momento.
Pero no penséis que ésto se acaba aquí, también esa chica que quiere ser la más popular, la envidia de las demás, ¿qué hace? pues irse a la cama con el primero que pille, está aparentando ser otra persona simplemente por el hecho de ganar fama y no se da cuenta de que lo único que conseguirá son murmullos cada vez que pase por al lado de la gente.
U otra, que quiere parecerse a esa amiga que tanto les gusta a todos, para ello se quita esas gafas que lleva desde siempre, cambia su forma de vestir y se esconde detrás de kilos de maquillaje fingiendo ser quiés no es. ¿Para qué?, para nada, porque ¿sabéis?, cada uno es único, se caracteriza por algo propio, y quién sabe si ese algo no le puede gustar o ser especial para otro sujeto.
Bueno, hasta ahora os he mostrado escenas de más bien adolescentes, pero ¿y al contrario?,¿qué hay de esa cantidad de mujeres ,mayoritariamente,que quieren parecer más jóvenes de lo que son? Son muchísimas las que se someten a cirugía plástica o estética, unas para aumentar su talla de sujetador, otras para tener un mayor grosor de labios, para quitarse las arrugas, para reducir su peso y muchos motivos más que en numerosas ocasiones no son verdaderamente necesarios.
Me gustaría mostrar que cada uno es diferente a otro y eso no debería cambiar bajo ningún concepto. Que lo escrito es la pura realidad aunque me cueste decirlo, y que para mí cada una de las personas nombradas no se ha convertido en otra de forma absoluta, sino que esas niñas con tacones, son aquellas que tiempo después irán a casa y por recuerdos de su infancia jugarán con sus antiguas muñecas, que algunos de esos que fuman, hasta se atragantan con el humo y simplemente lo hacen por crecer y simular lo que no es, o esa, la protagonista ante todos, puede que no pero lo más seguro esque luego se arrepienta de lo que ha hecho y se le caiga la cara de verguenza, o la que quiere parecerse a su amiga, ignorando como es ella en verdad y sin apreciarlo lo más mínimo. Por último mencionar a aquellas que por mucho que se operen, por todo lo que se añadan o quiten, bajo todo eso continuará esa señora que debería aceptar tanto su edad como su aspecto.
En mi opinión, se puede sacar una moraleja que es: No pretendas ser alguien que no eres, pues por mucho que intentes cambiar, debajo de todo lo que hagas siempre estará esa persona que siempre fuiste.

domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Es malo caer en la tentación?

Tentación, esa atracción hacia algo o alguien en concreto, que te llama, que provoca que le sigas y que no pares hasta conseguirlo. Puedes caer en ella pero eso conlleva aceptar las consecuencias.
Nos tientan desde que tenemos... ¿cuántos, tres, cuatro años? Aquel niño al que su madre le ha castigado sin las galletas de chocolate que tanto le gustan y que están escondidas en el estante más alto de la cocina. 
El pequeño se subirá a las sillas que haga falta y por todos los medios intentará alcanzarlas, si lo logra habrá caído en la tentación del deseo de tenerlas en su mano.
Igualmente, unos padres dejan en casa a su hija, una niña que no llega a los ocho años, pero antes de marcharse a comprar le aclaran que no debe abrir la puerta bajo ningún concepto. Poco más tarde, llaman al timbre, su primer error; contestar y preguntar ¿quién es?, a continuación le preguntan si sus padres están en casa sin conocerlos de nada, ahí la niña ya no sabe qué hacer, se siente asustada, pero le siguen hablando y aquí está el problema, chiquitina tenemos los caramelos más ricos que hay, y unas golosinas deliciosas sin contarte este juguete que tanto te va a gustar, escucha la niña tras la puerta. Sin pensárselo dos veces, abre y quién sabe con lo que se va a encontrar... En este caso la tentación le ha jugado una mala pasada, ¿ y todas las cosas que pasarán después de ésto? Antes de hacer algo es preciso asegurarse de lo que sucederá tras ello, aunque tengas que aguantar las ganas de hacerlo.
También esa persona que se ha propuesto dejar el vicio de fumar o por lo menos intentarlo, imaginemos que hace un trato con una amiga en el que promete lo anterior, pero un día en el que ella no está y ya que piensa que jamás se enterará, coje la cajetilla de siempre, que le estaba pidiendo a gritos ser abierta, y añade un par de cigarrillos más a todos los que se ha fumado a lo largo de su vida. Ha caído profundamente en la tentación, le puede costar, es difícil, pero fuerte hubiera sido si hubiera tirado ese paquete al suelo y se hubiera negado a hacerlo aunque no quisiera en absoluto.
El grupillo de amigos, si se puede llamar así, te invitan, te dicen que te vayas con ellos, que lo pasarás en grande, sabes que no te llevarán por un buen camino, que son de esa clase de gente que aparece una vez al mes o ni eso por el instituto, de los que no son amigos de la verguenza, de los que no beben agua especialmente ni fuman tabaco exactamente. Y tú, por el simple hecho de que no es algo común sino diferente, pues te vas, por probar, ¿qué puede pasar? Muchas cosas la verdad, eso te cambiará y quien te dice que no para siempre. El tentar de los otros aumenta tu atracción hacia ello y dices ¿qué mejor que dejarse llevar?.
Por último cualquier chica en plena adolescencia, como puedo ser yo u otras, tentada por ese chico, el típico chulo que todo lo quiere pero eso sí cuando y como él diga. Un momento en el que os quedáis los dos solos, con la persona a la que quieres desde hace tanto tiempo, y lentamente se te acerca a una distancia de pocos centímetros, estás hipnotizada con sus labios, que se acercan poco a poco a los tuyos y en ese instante no deseas otra cosa que besarle, aunque no debas pero lo haces. De nuevo lo habrás hecho, caer otra vez y en este caso sabiendo que puedes salir perjudicada, le quieres pero ¿y la otra persona?, ¿también? No tenías que haberlo hecho pero no podías resistirte, claro que un acto siempre tiene sus efectos consecuentes.
Para terminar, quiero hacer alusión a mi pregunta, la tentación existe, es ley de vida y eso nadie lo puede cambiar, lo que en algunas ocasiones puedes evitar es si debes caer en ella o no, pienso que no siempre es malo, puede resultar inevitable, siendo incapaz de controlarte y en ese momento no te quedará otra, no se sabe cómo pero por lo visto nos llama lo prohibido,  pero mi consejo es que si de verdad tienes la oportunidad, piensa si dejarte guiar por determinadas cosas o personas merece la pena.

Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado.
 George Eliot (1819-1880) Seudónimo de Mary Anne Evans. Novelista británica.
Logro resistirlo todo, salvo la tentación.
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
FUENTES:

lunes, 7 de noviembre de 2011

Chantajea si lo que quieres es jugar con los sentimientos de los demás.


Existen diferentes manifestaciones de chantaje: Está el típico secuestro, unos hombres enmascarados engañan a un niño al salir del colegio, una vez que lo tienen en su poder, no tienen otra cosa mejor que hacer que sobornar a sus padres con el fin de conseguir dinero, para éstos el amor hacia el pequeño es tan grande que harán lo que esté en su mano para que su hijo esté con ellos de nuevo.
También, hay casos en los que se humilla a otras personas que no te importan o no aprecias y no son conscientes del dolor que ello causa. Una adolescente se encuentra en los baños del instituto y está hablando con una amiga por el móvil en voz baja de manera que nadie más la pueda oír pues lo que dice debe ser muy importante. Le está contando que la otra noche se le fue de las manos a ella y a otro chico y que ha pasado lo que nunca tenía que haber ocurrido, está embarazada, el disgusto que tiene encima no le permite saber qué hacer. Mientras tanto, una de las chicas con las que peor relación tiene ha estado cotilleando en silencio detrás de la puerta y ha oído absolutamente todo, espera a que termine su conversación para plantarse frente a ella y echarle lo que acaba de oír en cara. Como tienen una relación muy mala, la chantajista empieza riéndose de la chica, le amenaza diciendo que se lo contara a todo el mundo sino hace lo que le pide y se lo hará llegar a sus padres, y mucho peor se lo contará al chico que aún no sabe nada. Ésta solo quiere el mal de su enemiga por lo que cuanto más daño le haga mejor se sentirá, la chica está insegura y no sabe qué hacer para que no le diga nada a nadie, que si se llegara a enterar el chico, sus padres y mucha más gente a ella se le caería el mundo encima y tal vez no podría volver a mirar a los ojos a sus padres. Pero también es difícil lo que la chantajista le pide: Le dice que tiene que terminar con el chico, que debe dejar a sus amigas a un lado e insultarlas, consiguiendo perderlas para siempre. Solo desea su mal estar y llegará hasta donde tenga que llegar para lograr su objetivo.
Como último ejemplo quiero mostrar el siguiente: Una chica perdidamente enamorada y él justamente siente lo mismo, pero algo, mejor dicho alguien les impide estar juntos, hay otro hombre entrometido que amenaza a la pobre muchacha, a la que quiere, y la amenaza con hacer daño no sólo a su familia sino también al chico que ama si tiene alguna relación con éste último.
Tres claras situaciones, cada una caracterizada por una cosa diferente pero algo en común, alguien sufre en todas ellas por causa de otra persona.
¿Cómo se sentirán esos padres sin saber lo que pueden estar haciendo con su hijo en este momento?, ¿o esa chica que no quiere dar a conocer uno de sus secretos y la están chantajeando con mostrarlo a todo el mundo?, y sino ¿la última a la que prohíben compartir su amor con la persona a la que desea?
Pues sí señores y señoras, hay gente que recurre a ello, al chantaje, unos por absoluto beneficio propio como en el primer caso, otros por puro egoísmo, ya que si tu quieres a alguien y no te corresponde, le desearás que sea feliz y las consecuencias que conlleve, y por último algunos como en la segunda cuestión, en que no conocen el significado de la palabra empatía y ponerse en el lugar de otros es lo que necesitan.

 

lunes, 24 de octubre de 2011

¿MENTIMOS PARA NO HACER DAÑO?

Mentir, contar trolas, ser un embustero, vivir de la falsedad, engañar, lo digas como lo digas, suena mal, hablar sobre cosas que en realidad no son verdad, es algo realmente grave y considerable, no puedes ir soltando una mentira tras otra como si de tonterías se tratase. Vale, sé que hay momentos en los que mentir es la mejor opción, pero eso es cuando las consecuencias que ello conlleva son insignificantes, como el hecho de fingir estar durmiendo cuando tu madre pasa a darte el beso de buenas noches para que no te regañe por no haber fregado los platos de la cena, o mentir a tu padre que te llama para decir por dónde vas, que llegues rápido y tú le contestas que estás llegando cuando te falta por lo menos media hora para aparecer por la puerta de casa. También, somos embusteros cuando nos llama una amiga o un amigo por teléfono que quiere quedar contigo, y tú le cuentas que tienes comida familiar y que no puedes, cuando en realidad simplemente no te apetece porque estás muy cansada y no quieres salir. ¿Qué haces en el ordenador?, típica pregunta de los padres, -estoy estudiando y buscando unas cosas para unos deberes, pero en realidad estas chateando por Internet con ese chico que tanto te gusta, o planeando con las amigas lo que hacer el fin de semana. Otra excusa más,  hora de educación física, toca prueba de resistencia y el profesor te dice que por qué no lo haces, bueno, lo que ocurre es que me duele mucho el pie, común justificación que dan muchos adolescentes porque no tienen ganas de esforzarse corriendo. Éstas son unas de las más pintorescas mentiras que se dicen día a día. Claro que son pequeñas mentiras, prácticamente no hacen daño a nadie, pero hay otro tipo de ellas que pueden causar gran dolor, y a veces lo haces y no te das cuenta del daño que puedas llegar a hacer a otra persona. En el caso de los amigos, la falsedad que puede existir, las dos caras de una persona, que te miente diciéndote lo que quieres oír cuando está a tu lado, mientras que cinco minutos más tarde está criticándote a ti y a lo que haces a las espaldas. Parece no tener demasiada importancia, pero párate a pensar en cómo se sentirá esa persona al enterarse de que a quien consideraba amigo, no lo es. En cuanto al amor, estás con una persona, le haces creer la más maravillosa del mundo, le regalas tus oídos cuando estás con ella, la tratas como si fuera única para ti, le das todo lo que alguien pediría hasta el punto en el que dicha persona no puede estar sin verte, te necesita. Y eso, lo has provocado tú, pero no eres quien aparentas ser, mientras ella cae rendida a tus pies, tú te ves con otra, no te basta con una sola persona, necesitas más. Y mantienes todo en secreto, sin que se entere, y, ¿qué crees?, ¿qué te saldrá bien la jugada? Puede que no. Llega el día, ella te descubre, desmantela tu engaño, en ese momento un escalofrío recorre su cuerpo, le es increíble asimilarlo, no puede creer que fueras capaz de algo así, cada palabra, cada acto, mentira tras mentira, lo que ella veía como un todo pasa a ser nada, del amor al odio hay solo un paso, y eso es lo que has conseguido, el dolor causado no se puede medir, lo has provocado tú, bueno mejor dicho tu mentira. ¿No crees que le hubieras causado menos daño diciéndole la verdad desde el principio? Porque cuanto más tiempo la mantengas engañada, más le costará cerrar la herida que tus palabras le han causado. Mentir es un recurso fácil, no tienes que pasar vergüenza, esfuerzo, pensar qué decir, cómo, de qué manera. Tiene muchas salidas, pero también tiene muchos riesgos, y cuanto más mientas más difícil será recordar las versiones dadas y también más fácil será ser descubierto.
Ah y a la pregunta de: ¿mentimos para no hacer daño?, a veces creemos que es así y no nos damos cuenta, de que causamos mayor dolor mintiendo que diciendo la verdad desde un principio, además el orgullo que consigues revelándola no te lo quita nadie.

Pinocho, es un personaje de ficción al que con cada mentira que sale de su boca, le crece la nariz, por lo que poco a poco aprende que lo mejor es contar la verdad. Esta es una enseñanza que muchas personas se deberían aplicar, pues mienten sin consideración alguna.

domingo, 16 de octubre de 2011

¿Cuesta decir “te quiero”?

Esta pregunta seguramente tiene mil contestaciones diferentes, dependiendo de quién formule la respuesta, pero yo, voy a ofreceros mi criterio hacia ello, lo que pienso desde mi punto de vista. Muchas personas nombran estas dos palabras como si no tuvieran importancia alguna, como si no significaran nada y bueno, he de decir que dicha gente no sabe lo que es amar si no sabe valorar lo que se esconde en esta frase. Mencionarla no es tarea fácil, primero, tienes que encontrar a la persona adecuada, no buscarla pues llegará por sí sola; después disfrutar junto a ella, vivir los mejores momentos a su lado, y por último esperar a que tus labios pronuncien las dos palabras tan deseadas.
Todos o seguramente la mayoría de los seres humanos nos hemos enamorado alguna vez, y ¿cómo sabes cuando lo estás?, pues atiende a lo que voy a escribir ahora. Empiezas a verle de una manera diferente a la que miras a los demás, se te revuelve el estómago cuando pasa a un metro de ti, al estar con esa persona a solas, se te olvida todo, no existe nada que pueda cambiar el sentimiento hacia ella, ni lo que digan los demás, ni las críticas de nadie, y a veces, lo curioso es que, de quien te enamoras es alguien con el que nunca habías imaginado, el que menos esperabas, pero lo siento, no puedes hacer nada al respecto, no existe un medicamento ni unas pastillas que te hagan cambiar tus verdaderos sentimientos, si los notas es por algún motivo, recuerda que todo tiene un significado ya sea de mayor o menor importancia. Y con el tiempo, después de instantes juntos, besos compartidos, abrazos necesarios, habréis creado algo grande, muy grande, el amor. Esto último implica a dos personas, lo que haga uno influirá en la otra, pero sin darte cuenta eres tú el que has permitido que esa persona entre en tu vida porque crees que es perfecta, aunque solo lo pienses tú, eso te basta , pero no, no es fácil, el amor es difícil, tiene sus partes, algunas en las que estarás harta de que todo sea tan desastroso, en la que te desesperes porque las cosas no salgan como tu quieras, pero también tiene cosas positivas, por lo que una cosa contrarresta a la otra, hay momentos en los que puedes estar tan a gusto con alguien, que simplemente no deseas nada más, cuando estas frente a él, mirándole a los ojos, te agarra las manos y te besa los labios con una dulzura indescriptible, entonces justamente lo sabes, decides que es el momento en el que te acerques a él y le digas lentamente al oído:“te quiero”.


domingo, 9 de octubre de 2011

NOSTALGIA, DELICADA SENSACIÓN.

Bueno, quiero centrar mis ideas en esta emoción, este duro sentimiento, que todos hemos sentido alguna que otra vez. Para mí significa echar de menos algo que se tenía, un simple objeto, que para ti lo era todo, una simple carta, en la que cada palabra contaba; añorar a alguien que por lo visto ya no está, sentir que deseas con todas tus fuerzas volver a atrás y evitar que pasara lo ocurrido, porque eso es lo que hace que ahora estés dolida. También puedes sentir rabia de no conservar algo que antes poseías, sin tener la culpa de ello, simplemente porque lo hayas perdido, sin saber cómo ni por qué. Como si llevaras una foto, fina y ligera como una pluma, y que en un día de invierno, al no estar bien guardada en tu bolsillo, el aire se la llevara, y cuando quieres darte cuenta,  ya no se encuentra donde la dejaste por última vez, sino que puede hallarse en el suelo de una calle desierta, en las manos de otra persona, o en ese instante  puede estar mojándose en un charco y quedar totalmente destrozada. Ésta, es una cuestión, pero también he de mencionar otra. En la que te arrepientes por que crees que no hiciste las cosas como debías, y que ahora eso tiene sus consecuencias. Al no poder retroceder en el tiempo, al no tener la capacidad de cambiar tus actos, empiezan las lágrimas diarias y nocturnas, los llantos hasta las tantas de la madrugada, y cansada de tanto llorar, te da tiempo a pensar, a pensar que fuiste tú la que quisiste echar de menos algo o a alguien, que estuvo en tu mano seguir sin encapricharte de nada. Pero todo se acaba y el  tiempo para recapacitar también y vuelves a desear tener lo que un día tuviste, y que en muchos casos no supiste valorar. Eso para mí es la nostalgia, melancolía por dejar pasar lo que un día te hizo feliz, tristeza hacia una gran pérdida, añoranza, debida a la ausencia de una persona muy querida o de una cosa muy apreciada.
* Cuando lo real ya no es lo que era, la nostalgia asume su pleno significadoJean Baudrillard. (Filósofo francés).