miércoles, 7 de marzo de 2012

¿HAY JUSTICIA, SER JUSTO ES FÁCIL?

Me he planteado miles de veces la pregunta anterior y mi intención es encontrarle la respuesta adecuada, por ello la entrada de hoy, en la que mostraré como mejor pueda en qué me he basado para concluir mi resolución.
Pretendo hablar de justicia, que por lo que sé, es dar a cada uno lo que  le corresponde o pertenece. Lo cierto es que podría escribir miles de páginas poniendo las injusticias de las que soy consciente, pero tan sólo pondré algunas de ellas, unas mayores, otras menores y otras que pueden ser de un modo u otro dependiendo de la opinión de la persona. Imaginad dos gemelos de un par de años a los que su madre les compra un caramelo, uno para cada uno, y así porque sí uno de los hermanos le quita el suyo al otro y se lo come. La madre tras lo ocurrido no hace nada al respecto, lo que provoca un llanto y una risa, lo que parece un poco odioso sinceramente. Es un caso como otro cualquiera, en el que hay que decir que se ha cometido una injusticia, no muy grave quizás, pero lo es.  Otra situación un poco más comprometida es por ejemplo, en la que tú te encuentras en uno de los exámenes más importantes, el cuál determinará tu posibilidad de ir a la universidad, mientras que contestas a las preguntas lo mejor que puedes, ves que el compañero de al lado tiene el examen fotocopiado y está copiando todo. Tras terminarlo, el último no para de decir que se le ha dado perfectamente, mientras que a ti se te podía haber dado bastante mejor, y efectivamente, el otro consigue una excelente calificación. Dicho acontecimiento muestra perfectamente una inmoralidad, algo prácticamente ilícito, pero que por desgracia sucede hoy en día.  Como tercera ocasión, me gustaría que pensarais en una en la que se realizara un juicio, presentes juez, acusado y víctima, pero con una peculiaridad, alguien que por lo visto está en contra del acusado, soborna con abundantes fajos de dinero al juez, quien decretará la culpabilidad del inculpado. Por ambición u otros motivos personales, el sentenciador accede a la propuesta y el inocente es condenado.  Esta, es sin duda una de las más considerables injusticias existentes, y aún así seguro que ha habido casos similares en la realidad.
Una de mis preguntas iniciales era la presencia de la justicia, con lo que he escrito anteriormente quiero haceros ver que no todo es de color de rosa, y que no creáis que eso es lo único, porque no es justo que haya millones de personas muriéndose de hambre en las calles, o que un hombre maltrate a una mujer por el echo de creerse superior, o que unos vivan en un palacio de oro y otros debajo de un puente, o que como ya he dado a entender, que gente no culpable cargue con unas consecuencias que no le corresponden, por el echo de que alguien se pueda permitir ofrecer dinero con el fin de inculpar al otro, o que quien mata a cien personas con una bomba por un simple antojo, no pague el mismo precio, no, no es justo. Con esto no quiero decir que la justicia no exista, porque haberla, la hay, a lo que me refiero es a que aunque esto sea así, las acciones injustas ocupan la primera posición.
Y para terminar quiero solucionar la cuestión de si es fácil ser justo. Sinceramente, pienso que no, ser justo te pone entre dos decisiones, una conlleva unas cosas y otra, te ocasionará unas diferentes consecuencias, además la mayoría de las veces no sabemos cómo serlo, o si hacerlo te hará mejor o perjudicará a otros. Basándome en los tres ejemplos expuestos, ¿creéis que es fácil que esa madre regañe a su hijo, siendo tan pequeño?, ¿o que aquel que ha visto a un amigo copiar, le delate?, y sino ¿opináis que para el juez que acaba de aceptar el dinero, que puede ser por pura avaricia, pero también porque de verdad lo necesitaba, ha sido pan comido llegar a esa decisión? En cualquier caso, y aunque se trate de situaciones distintas, ninguno de los tres ha sido justo, y eso se debe a que no es tan fácil como puede parecer, pero tenemos que aprender, porque sin justicia y sin personas que la ejerzan no vamos a ningún sitio.


Estas  dos célebres frases apoyan mi deducción:

"La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella".
René de Chateaubriand (1768-1848). Diplomático y escritor francés.

"Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo"
Victor Hugo (1802-1885). Novelista francés.
 
 

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